lunes, 28 de febrero de 2011

92 años de la señora Claudia

Mi vecina la señora Claudia es de esas mujeres inteligentes, fuertes, creyentes y luchadoras, a la que le ha tocado vivir acontecimientos muy diversos que no todos podemos contar. Da gusto charlar con ella, porque puedes pasar largos ratos escuchando sus historias de cuando era moza, que son de lo mas curiosas, divertidas y tan diferentes a las de ahora.

Tenía 16 años cuando estalló la guerra. Los hombres estaban en el frente y las mujeres no tenían más remedio que ir al campo. Cualquier vecino por medio del aguacil te podía llamar para que le echaras una mano en las faenas del campo y no te podías negar. Cuenta historias muy tristes y dramáticas de la guerra. Todos lo pasaron muy mal.

Le ha tocado trabajar muy duro para poder sacar a sus seis hijos adelante y con tan pocos medios como había en aquellos tiempos. Sin embargo se le ve una mujer feliz, que ha disfrutado de la compañía de su marido hasta hace dos años que se quedó viuda y que también ha sabido sacarle chispa a las cosas sencillas que trae la vida.

Yo le suelo tomar el pelo y le digo que eso de trabajar no debe ser tan malo, pues a pesar de los achaques propios de su edad, a sus 92 años da gusto verla. Sentada en un sillón de la cocina y al lado de una mesa camilla, pasa muchos ratos rezando. De ello dan fe los libros que estropea y sus hijos se lo reponen.

Me habla mucho de mi madre que también era muy creyente y rezaba mucho. Me cuenta de lo bien que se llevaban y de todo lo que se ayudaban y se querían. Tenemos en el pueblo más personas que pasan de los 90 y que nos pueden contar bellas historias, pero esta es la que yo conozco porque soy su vecina de toda la vida.

Es un texto que nos ha enviado Fani Lana. Podéis ver algunas fotos de la señora Claudia en la página de Murieta en la red en Facebook.

Fani Lana.