Recordaba ayer el agricultor de Arróniz Ruperto Osés Iturralde que el año pasado por estas fechas ya llevaba cuatro o cinco días cosechando. Pero este año el agua se resiste a retirarse para dar paso al sol y ayer una nueva tormenta, de hasta 50 litros por metro cuadrado en algunas zonas, anegó cultivos, calles y carreteras en Tierra Estella a primera hora de la tarde. La alerta por fuertes lluvias y tormentas en Navarra terminará hoy, según Diario de Navarra. La tormenta se formó al este de la Cuenca de Pamplona en torno a las 14 horas y descargó en la capital navarra. A partir de ahí, se formó otro núcleo afectando a Tierra Estellla, explicó el meteorólogo Enrique Pérez de Eulate.
Según el alcalde Villamayor de Monjardín, Eugenio Barbarin, fue "terrible": "Bajaban torrentes por las calles, menos mal que estamos en un alto". En Arróniz, la carretera del cruce de la rotonda de Dicastillo a la muga con Arróniz estaba cortada por el aluvión de agua que bajaba de Montejurra. "O larga sequía o larga mojada, ya lo dice el refrán. Y ahora no hace falta agua para nada, sólo sol para que salga la hierba".
La fuerte tormenta también hizo que muchos coches tuvieran que detenerse en la Autovía del Camino, mientra la Guardia Civil y la Policía Foral pedían precaución. Otras carreteras, como la NA-7400 (entre Ancín yUrbiola), la NA-1110 (entre Urbiola y Villamayor de Monjardín), la NA-6340 (entre Allo y Arróniz) sufrieron cortes por balsas de agua o desprendimientos.
En Diario de Noticias también se hace referencia a la tormenta que Valdega sufrió ayer tarde:
Una gran tormenta sorprendió ayer por la tarde a varias localidades de Tierra Estella donde el agua causó diversos daños. La zona más afectada fueron los alrededores de las localidades de Urbiola y Villamayor de Monjardín donde descargó 60 litros en algo más de media hora en forma de agua y de granizo en puntos concretos. La tromba de agua pegó con fuerza también en Olejua y Etayo donde se registraron 40 litros y en Arróniz y Azqueta donde contabilizaron 25 litros por metro cuadrado.
Tal aguacero, pilló de imprevisto a los vecinos que vieron con asombro como sus calles se convertían repentinamente en ríos. Mientras, los campos se fueron anegando y la fuerza del agua provocó que gran parte de los caminos y las acequias perdieran la consistencia y se desprendieran de su lugar. El agua comenzó a inundar también las carreteras de la zona, creándose balsas que obligaron a cortar el tráfico en puntos concretos. El más reseñable se produjo en la carretera, NA7400 que une Urbiola con Ancín a la altura del kilómetro siete, a causa de un desprendimiento
Fotos Montxo A.G. (imagen inferior) y Maite González.
