POESÍA
En un portal en Belén,
dos animales dormían.
Eran la mula y el buey;
su destino no sabían.
La mula se despertó,
cuando entraba María
y el buey lanzó un mugido,
para expresar su alegría.
La Virgen y San José
su permiso pedirían
y aquellos dos animales
se pusieron de rodillas.
Su pesebre le ofrecieron,
pues era cuanto tenían,
para que sirva de cuna
al Niño que ya venía.
Entonces “Oh gran misterio”
nació el hijo de María.
Le recostó en el pesebre,
entre pajas y alegría
y aquella mula y el buey
su buen calor le ofrecían,
pues era noche de invierno
y el Niño frío tenía.
La luna alumbró el portal,
en esta noche divina,
Donde Dios se hizo hombre,
entre un buey y una mula.
Como premio divino
Yo creo que tendrá que haber
Un portalito en el cielo
Para la mula y el buey
Victorina Lana.