El bajo caudal del río Ega a su paso por Murieta causa preocupación. No vamos a esperar un río caudaloso en estas fechas de verano, más aún cuando no ha llovido desde hace semanas, pero lo cierto es que la actuación de los regadios y el tiempo caluroso están haciendo mella en las aguas del Ega.Los veraneantes y turistas que nos visitan en julio y en agosto están encantados con las altas temperaturas, pero los agricultores necesitan un poco más de lluvia para sus campos. El equilibrio, como siempre, es lo más complicado. Como se puede apreciar en la imagen obtenida desde el puente de Murieta hacia Abaigar, gran parte del cauce está seco.
