
Ahora el proyecto inicia ya su andadura con una inversión de 400.000 euros y la intención de reciclar al mes entre 20 y 30.000 kilos de tela. "Un material al que desde estas naves damos salida ya que la mayoría terminaba en basureros. Además, las empresas textiles necesitan este tipo de actividad porque cada vez más las comunidades autónomas a través de sus departamentos de Medio Ambiente ponen mayores trabas a la hora de deshacerse de este material", explica Joaquín Sanz.