sábado, 25 de mayo de 2013

Historia de nuestras aguas

Recuerdo allá por los años 60 y 70 cuando gentes de otros pueblos, de otras ciudades, elegían las orillas del río Ega para pasar un buen día de ocio y descanso. Llegaban de muy lejos, cargados con sus almuerzos, meriendas y otros menesteres. Venían dispuestos a disfrutar de la naturaleza, de las barbacoas y las sombras de nuestras frondosas choperas, de la pesca de cangrejos, de divertidos y saludables baños en el río, que bajaba pletórico, lleno de fuerza, limpio, claro y transparente.

Llegó el progreso y con él la contaminación. Desaparecieron nuestros famosos cangrejos, y con ellos muchos sueños. Entonces nos dijeron: Ya no podéis bañaros en vuestras aguas.¡¡¡Están contaminadas!!!!. ¡No importa! Construiremos piscinas, plantaremos césped. Así lo hicimos y todos tan contentos.

Llegó la Mancomunidad de Montejurra y nos dijeron….. Necesitamos vuestras aguas, para abastecer a otros pueblos cercanos, a otras gentes. Fueron a las entrañas de nuestro valle y la sacaron. ¡No importa! Dijimos…. Podremos seguir regando. Pero fuimos viendo como nuestro río mermaba y como nuestras fuentes se iban secando. Teníamos un regadío obsoleto, Valdega se metió en un proyecto nuevo de mejora de regadío.

Han pasado 10 años, ya está todo pagado, concluido y funcionando. El gozo y la dicha duran poco. Llegan otras gentes más poderosas que nosotros y nos dicen…. Necesitamos vuestras aguas para otros pueblos lejanos, para otras ciudades. Iremos a las entrañas de vuestro valle y las sacaremos. Todos sabemos que la pueden coger de otros lugares, pero esas aguas están contaminadas, y hay que limpiarlas, cuesta más.

Llegará la época de estío, nuestro río ya muy mermado casi se secará, con todo lo que esto supone para nuestro valle. ¿De que servirá la construcción del nuevo regadío? Dicen que todo esto está en manos de jueces y abogados. Espero que se haga justicia y no dejen que se seque nuestro río.

Se me olvidaba…. En tiempo de lluvias nieves y tormentas, nuestros campos y casas se siguen inundando, nuestras cosechas se pierden, pero eso si. Entonces…. el agua ya no la quiere nadie, es toda para nosotros. A pesar de todo, Valdega sigue siendo un valle precioso en el que se pueden dar largos paseos contemplando la naturaleza, andando y en bici, Un lugar tranquilo para vivir y veranear, disfrutando de sus huertas, sus gentes etc.

Quiero tener un recuerdo especial para Chema Lizarraga fallecido recientemente. Él, trabajo, vigiló y luchó por este regadío, para que todo funcionara con normalidad.
Descanse en paz.
Fani.