jueves, 28 de noviembre de 2013

Carta de despedida a Dª Nieves Zabala

Querida tía:

Quiero escribirte una carta, que más que una despedida, es un alegato de agradecimiento. Gracias, porque de ti hemos aprendido a ser más valientes, a no perder la esperanza, a buscar la fe que tú tenías, a ser fuertes, como tú lo eras, a pesar que la enfermedad te abatía, tú siempre nos transmitías tu energía.

Hermosos y ricos son los recuerdos y dura resulta la separación, pero la gratitud transforma el suplicio de tu pérdida en una callada y balsámica alegría.

Uno no lleva en sí la vida pasada como un aguijón, sino como un valioso regalo, y, no me hace falta hurgar profundamente en mis recuerdos para encontrarte en ellos, como un tesoro escondido,  guardado desde hace tiempo y emanan de ese pasado tu alegría y fuerzas que espero crezcan en mí fuertes y duraderas, como tú las sentías.

Ahora mismo estás, estás viva, pues tu esencia sigue, tu recuerdo, tu ejemplo, tu valor y tu esfuerzo han quedado plasmados en nuestra memoria y escritos con letras doradas en nuestros corazones .

El mundo se cae, el sol se apaga, la vida termina, pero el amor brilla, la esperanza domina porque no has muerto, y nunca lo harás. Porque no se muere cuando el corazón deja de latir, se muere cuando en los recuerdos se deja de existir y tú permanecerás en los nuestros por siempre hasta el fin.

Te quiero.

Tu sobrina Loly.