lunes, 28 de agosto de 2017

Balance de las fiestas patronales de 2017

Las fiestas de Murieta han terminado este domingo 27 de agosto con la traca final a las 22 horas, después de cuatro días ininterrumpidos de alegría.

Lo mejor de las fiestas ha sido el gran ambiente del jueves, primer día de las mismas, acompañado de una climatología extraordinaria hasta el mediodía del domingo cuando empezó a llover. La temperatura ha sido cercana a los 35 grados, muy alta pero excelente para dar realce a las fiestas.

La anécdota la puso la visita sorpresa de Donald Trump al chupinazo con su mujer y su séquito. Una broma muy simpática con el tono adecuado para no molestar a nadie. La cena popular en el polideportivo Ezpeldoia puso el broche a un jueves festivo donde Murieta lo da todo.

También hay que destacar el gran éxito del grupo Fitoscopia en la noche del sábado con su homenaje a Fito y los Fitipaldis, donde Murieta recibió a cientos de visitantes en una larga noche festiva que no terminó hasta las 10 de la mañana del domingo. También tuvieron éxito los hinchables del domingo en el frontón y en la plaza Eugenio Asensio.

No obstante, hay que mencionar algún aspecto a mejorar. El traslado de los calderetes del viernes a la noche al mediodía no resultó. Solo se apuntaron 16 cuadrillas, cuando eran 40 las que se inscribían para cenar, y apenas la mitad de ellas se reunió en el exterior del polideportivo para comer.

El aperitivo a los jubilados, acudieron 60, fue un éxito con el menú que preparó el Bar Etayo para el domingo a la mañana en el polideportivo, pero queda desangelada la actuación de la orquesta Duo Imperial casi a la misma hora en el frontón. Lo ideal es que los dos actos se celebren en el mismo sitio.

También echamos en falta la presencia matinal del deporte rural y de la tradicional chistorrada, que el año pasado se transformó en degustación de chorizos.