
Al circular por la carretera nacional 132 de Estella a Vitoria, más de un conductor se habrá visto sorprendido por las composiciones de piedras que jalonan una finca de unos 250 metros de longitud. La finca está situada al borde de la calzada, justo unos metros ante de la fábrica Centracero.
No se trata de una broma, sino de la afición de un vecino de Murieta, que ha creado un jardín de piedras que llama la atención por su singular belleza.